sábado, 24 de mayo de 2008

SOLUCIONES DEL ESTADO.

·Adecuar los cultivos a especies que necesiten el mínimo de agua y adecuar el sistema de riego. No tiene sentido cultivar especies como el maíz (por poner un ejemplo) en zonas con graves problemas de agua. Los gobiernos deberían de marcar unas pautas para regular los cultivos "derrochadores" de agua. Poco a poco se va introduciendo soluciones prácticas para la sequía como el sistema de riego por goteo que va sustituyendo al tradicional por anegación. El ahorro es espectacular pero por desgracia también necesita de ayudas para el agricultor ya que es una inversión cara. Los gobiernos debería colaborar en esta adaptación ya que recordemos que en la mayoría de países el riego de los cultivos supone entre el 70 y 80% del consumo total.
·Parques y jardines públicos y privados con especies que necesiten poca agua. Por suerte muchos ayuntamientos, ante la amenazante sequía empiezan a diseñar los jardines y parques públicos con árboles y plantas resistentes a la sequía. Los gobiernos, buscando prevenir las catástrofes naturales, deberían dar unas pautas claras sobre las especies adecuadas a cada zona y exigir su cumplimiento.
·Utilizar ahorradores de agua en todos los grifos y duchas. Cada vez es más fácil encontrar pequeños y baratos accesorios que permiten ahorrar muchísima agua en el consumo doméstico. Las cisternas de los baños o inodoros suponen el principal consumo de agua en una vivienda. Dentro de las soluciones prácticas a la sequía exigir que estos elementos de nuestos baños sean más eficientes es indispensable.
·Evitar las fugas o pérdida de agua de los canales de distribución del agua.
Aunque parezca increíble un 10-15 % del agua se pierde por el mal estado de los canales y tuberías que transportan el agua ya que suelen ser ya sistemas viejos y que requieren mucha inversión para renovarlos y mantenerlos. Aunque parezca caro su mantenimiento seguro que ante la amenaza de la sequía acabará siendo rentable.
·Crecimiento urbanístico sostenible. No tiene sentido construir miles de viviendas (sobre todo en el sector turístico) en zonas con poca agua y luego exigir a los gobiernos agua a toda costa. Estudios previos a toda expansión urbanística, buscando soluciones prácticas, deben valorar el posible crecimiento.
·Potenciar la depuración de todas las aguas residuales. Poco a poco se van instalando depuradoras en más ciudades y pueblos pero tal inversión no es posible en la mayoría de los países poco o no desarrollados. Ante catástrofes naturales como la sequía será indispensable que cada ciudad y pueblo tenga la suya. No podremos desperdiciar ni una gota.
·Evitar la reforestación. La repoblación forestal con especies que necesiten poca agua y sean armónicas con el ecosistema de la zona es indispensable para "atraer" las lluvias o impedir que, cuando se produzcan, el agua arrastre las tierras fértiles.

Susana Cid

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